Hace varios años atrás (en 2003, si mal no recuerdo), producto de los espacios que me tocó ocupar, en los que la necesidad me llevó a encargarme de esa tarea, comencé a incursionar en distintas prácticas del diseño gráfico (sobre todo la editorial), aún sin ser diseñador ni contar siquiera con conocimientos teóricos y técnicos básicos en la materia. A partir de 2009, tras relacionarme al mundo del trabajo autogestionado, esas incursiones se fueron haciendo cada vez más asiduas, llegando a tener dos o tres encargos por semana (muchos de ellos de una factura lamentable). Es así que, al día de hoy, me dedico casi exclusivamente al diseño gráfico (razón por la cual este blog ha sido abandonado por largos períodos de tiempo en más de una oportunidad).
Como ya podrá deducirse, Brandfilia es una sección destinada a esa faceta. En ella se incorporan algunos de los trabajos que he realizado en los últimos años, incluyendo sólo aquellos (de cuantos conservo en mis archivos) que, por una u otra razón, me parecen más o menos aceptables para mis propios estándares. Eso sí, dada mi absoluta ignorancia en cuestiones estrictamente técnicas (cualquier profesional o estudiante del diseño podrá percibirlo fácilmente y, con seguridad, hasta encontrará errores y horrores que me son desconocidos por completo), los criterios de aceptabilidad son realmente dudosos.
Como ya podrá deducirse, Brandfilia es una sección destinada a esa faceta. En ella se incorporan algunos de los trabajos que he realizado en los últimos años, incluyendo sólo aquellos (de cuantos conservo en mis archivos) que, por una u otra razón, me parecen más o menos aceptables para mis propios estándares. Eso sí, dada mi absoluta ignorancia en cuestiones estrictamente técnicas (cualquier profesional o estudiante del diseño podrá percibirlo fácilmente y, con seguridad, hasta encontrará errores y horrores que me son desconocidos por completo), los criterios de aceptabilidad son realmente dudosos.
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